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Perinatal mortality associated with induction of labour versus expectant management in nulliparous women aged 35 years or over: An English national cohort study
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Hannah E. Knight ,David A. Cromwell,Ipek Gurol-Urganci,Katie Harron,Jan H. van der Meulen,Gordon C. S. Smith
Un estudio de cohortes de cerca de 80.000 mujeres de Reino Unido que dan a luz en el sistema nacional de salud (NHS) en Inglaterra, dirigido por la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y la Universidad de Cambridge, demuestra que inducir el trabajo de parto en madres primerizas de 35 años o más entre una y dos semanas antes de término se relaciona con un menor riesgo de muerte perinatal (nacimiento de un feto muerto o muerte del recién nacido dentro de los siete días posteriores al nacimiento), disminuyendo de 26 por cada 10.000 embarazos a 8 por cada 10.000 embarazos.
Las actuales directrices nacionales de Reino Unido recomiendan la inducción del trabajo de parto a mujeres embarazadas de entre 41 y 42 semanas de gestación para prevenir los riesgos asociados con el embarazo prolongado tanto para la madre como para el niño. Aunque el riesgo absoluto de complicaciones en el embarazo, incluida la muerte fetal intrauterina, es bajo, es mayor para las mujeres que tienen su primer hijo a los 35 años o más. En 2015, en Inglaterra y Gales, casi 40.000 mujeres de 35 años o más dieron a luz a su primer bebé, según la Oficina de Estadísticas Nacionales.
La autora principal de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, en Reino Unido, Hannah Knight, explica que "el número de madres primerizas mayores de 35 años está en aumento. Aunque su riesgo de tener un niño muerto o la muerte neonatal es relativamente pequeño, sigue siendo muy importante que estas mujeres reciban el mejor consejo sobre cómo minimizar los riesgos para ellas y sus hijos. Este estudio representa la evidencia más sólida hasta ahora de que adelantar la oferta de inducción a la semana 40 podría reducir el riesgo de muerte fetal en este grupo de edad específico, que sabemos que se enfrenta a un mayor riesgo de muerte perinatal y neonatal".
Un reciente gran ensayo aleatorizado controlado demostró que la inducción del trabajo de parto a las 39 semanas de gestación no tiene un efecto adverso a corto plazo en la madre o el niño entre las mujeres embarazadas de 35 años o más. Sin embargo, el ensayo no abordó el efecto de la inducción rutinaria del parto sobre el riesgo de muerte perinatal.
En este estudio, publicado en PLoS Medicine, los autores utilizaron datos de English Hospital Episode Statistics,que cubren a 77.327 madres primerizas de entre 35 y 50 años para determinar si la inducción rutinaria del trabajo de parto antes de lo recomendado se asoció con un cambio en el riesgo para la madre o el hijo. Compararon la mortalidad perinatal entre la inducción del trabajo de parto a las 39, 40 y 41 semanas de gestación y la gestión de espera (continuar con el embarazo para que e produzca el trabajo de parto de manera espontánea o la inducción del parto o la cesárea en una gestación posterior).
Los investigadores encontraron que las mujeres embarazadas a las que se les indujo el parto a las 40 semanas tenían un riesgo menor de muerte perinatal de dos tercios en comparación con las mujeres que recibieron atención de acuerdo con las pautas actuales.
"Aunque nuestro estudio sugiere que adelantar la oferta de inducción del trabajo de parto a las 40 semanas de gestación en madres primerizas mayores de 35 años puede reducir el riesgo de muerte perinatal, hay otros factores importantes a considerar. Hay posibles desventajas de dicha política, como la aceptabilidad de la inducción del parto por parte de las mujeres y la mayor demanda de recursos. Se necesitan más estudios para examinar el impacto de dicho cambio en la política sobre los costos del NHS y la satisfacción de las mujeres", señala Hannah Knight.
El autor principal, Gordon Smith, jefe del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Cambridge, apunta que "el estudio indica que las mujeres de 35 años o más en su primer embarazo deberían considerar la inducción del parto en su fecha de parto. Se evitaría un mortinato por cada 562 inducciones del parto. Algunas mujeres podrían preferir evitar la inducción y aceptar este pequeño riesgo. Otras mujeres pueden optar por la inducción debido a las preocupaciones sobre la posibilidad de muerte fetal, pero un aspecto clave del documento es que este el análisis proporciona la mejor evidencia de la magnitud del riesgo y permite a las mujeres tomar una decisión informada".
Los autores reconocen entre las limitaciones del estudio que utilizó datos de observación en los que la edad gestacional se registra en semanas en lugar de días, no muestra causa y efecto, y el potencial de subregistrarse la inducción del parto o las muertes perinatales.


Una de las situaciones mas angustiosa en obstetricia es la muerte fetal anteparto.
En esta situación una embarazada que está esperando ponerse de parto en cualquier momento, finalizar el embarazo y tener por fin su bebe, descubre que el corazón del niño ha dejado de latir. No hay consuelo posible. Los obstetras sabemos que esta situación es más frecuente de lo que parece.
Pues bien, al parecer, unos obstetras de Cambridge, han hecho un estudio con 80.000 mujeres, es decir, un estudio de cuyos resultados podemos sacar conclusiones.
En este trabajo han concluído que en mujeres mayores de 35 años, es mejor evitar la duración del embarazo más allá de la semana 41. Con el fin de minimizar las posibilidades de muerte fetal intrauterina que aumentan en embarazos prolongados, se propone ofrecer la posibilidad de estimular el parto en el momento en que se alcanza la fecha de parto esperada.
Estos investigadores dicen que esta forma de proceder evitaría un nacido muerto de cada 582 embarazos.
Hay que tener en cuenta que el estimulo del parto una semana antes, puede aumentar la tasa de cesáreas. Así pues es labor del médico informar y aconsejar y el de la embarazada decidir.
En mi opinión, hay pocas dudas al respecto. Llegada la fecha esperada de parto, es momento de ir buscando fecha para acabar el embarazo. Se debe probar un estimulo de parto, si no hay contraindicación, y si el parto acaba en cesárea, lo asumimos.